30/1/09

BLANCO

Las potencialidades del blanco se encuentran en todos los metales, elementos químicos y todas las de­más sustancias. Aunque el platino y la plata han sido atribuidos al "rayo blanco", en realidad éste no es emolumento exclusivo de ninguno, sino que por el contrario es la suma de todos. El blanco es verda­deramente el architransmutador de todos los metales y de los hombres —una manifestación del Padre en el Universo—, el todo contenedor.
El mejor cristal o lente para usarse en el trata­miento de enfermedades debe estar hecho de cuarzo, que transmite todos los valores de la luz solar blanca en el espectro.
Características y efectos del blanco: El rayo blan­co no es un rayo en el sentido de los rayos de color de los que hemos estado hablando: es una reunión de todos los siete rayos —una mezcla perfecta del es­pectro que produce la luz blanca original—. El blan­co tiene la facultad de elevar y dinamizar cualquier rayo de color, y de transmutar ese rayo hasta la cúspide de sus potencialidades características.
Así, el blanco puede compararse con la electri­cidad que fluye dentro de un bulbo coloreado, el cual incrementa su resplandeciente luminosidad conforme se hacen pasar a través de él voltajes más elevados, lo cual ofrece por lo tanto grandes poderes a la per- cepción humana, haciendo que todos los objetos cir­cundantes se aclaren. Similarmente, la luz cósmica blanca que fluye dentro del bulbo de la conciencia colorea nuestra perspectiva de acuerdo con nuestro rayo particular, y eleva y expande nuestra luz áurica, extendiendo nuestros poderes de percepción de nues­tro interior y de las realidades cósmicas.
Espiritualmente, la luz blanca es la radiación di­vina del padre del cosmos, el Logos. Es la luz de la conciencia crística, el poder supremo, de la pureza y de la perfección, el poder curativo original. Es la luz del estar aquí ahora con la fuente de la vida.
Hay una profunda relación entre el hijo espiri­tual de Dios (el Cristo) y el así llamado Sol físico de nuestro sistema zodiacal. Así como el hijo divino era (y es) un centro focal de la inteligencia de la vida de Dios, así también el Sol es uno de los cen­tros focales dinámicos de la energía divina. El hecho de que nuestro Sol y su sistema solar sea sólo uno dentro de la inmensidad de otros soles y sistemas solares más grandes que el nuestro, no disminuye esta maravillosa relación. Después de todo, cada in­dividuo tiene al Hijo de Dios despertando dentro de su propio sistema microcósmico una réplica del sis­tema macrocósmico exterior, y hay muchos millones de almas y por lo tanto muchos millones de micro-universos.
Cuando en el cénit de la conciencia humana per­cibimos la reflexión de la divina luz cósmica, en nues­tras almas experimentamos un sentimiento de caída de todo lo que es escoria, una transmutación de to­dos nuestros elementos terrenales, los cuales son cau­sa de enfermedades. Esta realización es posible sólo identificándonos a nosotros mismos completamente con la luz blanca natural de la conciencia crística,
lo cual hará que todas las condiciones negativas sean limpiadas de nuestra conciencia, y por lo tanto también de nuestros cuerpos inferiores. Todas las sombras de enfermedad se disuelven conforme todas las células del cuerpo son purificadas con la flama blanca de resplandeciente poder.
Aún más, en tan grandes momentos en nuestras vidas se nos permite recibir, pero grandemente dis­minuida o transformada, la potencialidad del gran rayo blanco. Su fuerza dinámica completa podría destro­zar completamente la estructura atómica de nuestros cuerpos en nuestro actual estado de evolución. Sin em­bargo, el destello o reflexión de este rayo dinámico es otorgado a nosotros aparece como el más tremendo y resplandeciente poder que posiblemente podríamos concebir o comprender.
Bajo este rayo, contenedor pleno de la conciencia crística, toma lugar toda salud a través de la fe, ta­les como las testimoniadas en Lourdes y en Milton A.bbey, donde más adelante en el alma sanada mo­rará una gran realización de la belleza esencial del mundo de Dios para los hombres.
La luz blanca de los planos superiores es verda­deramente un maná divino capaz de vitalizar toda cosa viviente. Puede ser usada para vitalizar el agua por un esfuerzo del poder de la voluntad.


"Las 7 claves de la cormoterapia"
Roland Hunt

VIOLETA

Metales que irradian violeta: Manganeso, bario, aluminio, hierro, rubidio, calcio, cobalto, estroncio, titanio.
Elementos químicos: Plata clorada, arsénico, etc.
El mejor cristal para usarse en el tratamiento de enfermedades contiene manganeso y cobalto.

Alimentos: Castañas, brócoli morado, rabos de be­tabel, uvas, moras, etc.

Enfermedades típicas a las que los sujetos del rayo violeta están propensos: desórdenes nerviosos y men­tales; neurosis, neuralgia, ciática y enfermedades del cuero cabelludo. El tratamiento con violeta también remediará la epilepsia, meningitis, conmoción, retorti­jones, reumatismo, tumores, debilidad en los ríñones y en la vejiga. El violeta anima y purifica la sangre intoxicada.

Filosofía, características y efectos del rayo vio­leta: de todos los rayos, el violeta es el que posee el más intenso poder electroquímico. El violeta es ácido. Los rayos violeta-púrpura son muy estimulantes para el sistema nervioso. Los rayos transvioleta, o ultra­violeta no son eléctricos pero en cambio son altamente térmicos, a un grado tan sutil que no transmiten sino una débil impresión de calor a los sentidos externos. No obstante, estos altos grados de calor y frío pueden ser sentidos por ciertas personas cuando se encuentran en una condición especialmente sensitiva. Es el puri-ficador ideal y el purificador de los ideales. Su alto nivel de frecuencia es depresivo para la mente débil porque sus potencias están más allá de su compren­sión; es estimulante principalmente para la naturaleza intuitiva (espiritual). El violeta tiene un gran efecto de inspiración, por ejemplo, los grandes trabajos de arte en música, prosa, poesía, escultura, pintura, etc., son debidos al rayo violeta, el estimulador de los más altos ideales humanos.

El violeta proporciona alimento para todas aque­llas células de la parte superior de nuestro cerebro, que expanden los horizontes de nuestra comprensión divina. Leonardo de Vinci, el famoso pintor y uno de los más grandes investigadores de la ciencia del color, sostenía que nuestro poder de meditación puede in­crementarse si meditamos bajo los rayos de luz vio­leta que descienden suavemente a través de los vitrales de una iglesia tranquila. Wagner se rodeaba de cortinas y materiales violeta cuando componía o producía mú­sica de la más alta calidad espiritual. El famoso conde de Saint Germain usaba los purificantes rayos violeta para curar al enfermo y para limpiar las gemas de nubes y manchas. Todos estos ejemplos ilustran el ím­petu espiritual que imparten las elevadas frecuencias del violeta. La meditación bajo el amatista es un avance hacia esa autorrealización.

Localidad y afinidad: el violeta controla el chakra de la cabeza (conocido en el Oriente como el Loto de los Mil Pétalos) y está conectado en nuestro cuerpo físico a la glándula pituitaria, que es el centro intuiti­vo de la percepción espiritual, la contraparte de la glándula pineal o tercer ojo. El violeta o púrpura a menudo es definido como el "rayo de poder" lo cual explica su asociación con los reyes, "realeza púrpu­ra". Así como un rey es el gobernante que tiene todo el poder sobre el cuerpo de su reino, así el púrpura, al ocupar el trono central, la mente superior, gobierna el cuerpo, todos sus miembros, centros, órganos de industria, y los billones de células-sujetos que com­ponen los nervios y tejidos.

El rayo violeta consta de dos partes: el amatista o parte espiritual y el púrpura, o parte temporal y más estrechamente relacionada con el plano terrenal.
Esta mitad púrpura del rayo es el color que refleja el ansia de poder, profunda, apasionada y cruel. A tra­vés de este aspecto afirmativo del rojo, manifestado en el violeta, los egos impreparados y no desarrolla­dos son conducidos a una degeneración espiritual.
De entre aquellos que se han preparado a sí mis­mos rectamente para tratar con el advenimiento del púrpura, los tranquilos son los que se han preparado a sí mismos correctamente para tratar con el púrpura, son los que lo han transmutado en amatista de ba­lance y espiritualidad, y han llegado a ser grandes maestros y reformadores, los promotores de los pode­rosos esfuerzos de paz y servicio.

El clásico ejemplo del ofrecimiento de poder del púrpura se encuentra en la historia bíblica de la ten­tación de Jesús cuando se le ofrecieron todos los rei­nos del mundo. Pero El escogió la parte amatista y espiritualizada del rayo y así devino un rey en las cosas del espíritu, en vez de las cosas de la Tierra. Para el mundo esta decisión puede parecer una falla y una confesión de debilidad; lo que El escogió fue realmente muy sabio, pero no nos daremos cuenta de ello hasta que tengamos una apreciación más com­pleta del poder del espíritu. La clave del rayo violeta-amatista es el servicio, el desprendimiento: servir aun autosacrificándose. Analicemos en qué forma sirve este rayo al hombre.

Cuando en el sistema 'humano impera una excita­ción nerviosa y vascular, el violeta tiene una gran afi­nidad para esas condiciones, trayendo armonía y sa­lud, como será visto en los casos de neurosis, irritación nerviosa, neuralgia y enfermedades inflamatorias de los nervios.

La neurosis tiene un agente curativo supremo en el violeta. Esta dolencia se encuentra a menudo en ti­pos activos, musculosos que sólo "viven en sus ner­vios". Predomina quizás entre artistas creativos tales como músicos, actores y cantantes, en cuya profesión a menudo se gasta una gran cantidad de energía ner­viosa. Tal gente es agudamente intuitiva y se pierde a sí misma en las sutilezas artísticas de otros mundos superiores. Pero regresar a la rutina física —detalles, necesidades, problemas y decisiones—, es un sacudi­miento para sus sistemas. El contraste es tan extremo, tan repentino, tan turbulento y desagradable, que agrava el deterioro de los nervios. El resultado es una oposición emocional, o lo que es conocido como "ra­bietas temperamentales", y una injuriante jactancia. Dentro de ellos encontramos también a los "Jekylls-y-Hydes", que padecen de esquizofrenia, o personalidad desdoblada.
"Las 7 claves de la cromoterapia"
Roland Hunt

VERDE

Metales que irradian el verde: Sodio, cobre, ní­quel, cromo, cobalto, platino, aluminio, titanio.
Elementos químicos y gases: Carbono, nitrógeno, sulfato ferroso, ácido hidroclórico, clorofila.
El mejor cristal para usarse contiene combina­ciones de los metales y elementos químicos arriba mencionados, y óxido de hierro.

Alimentos: la mayoría de vegetales y frutas ver­des que no sean ácidos o alcalinos en su reacción.

Enfermedades típicas a las que los sujetos del rayo verde están propensos: problemas del corazón, presión sanguínea, úlceras, cáncer. El rayo verde es invaluable para aliviar dolores de cabeza, neuralgia, in­fluenza; sífilis, erisipelas.

Características y efectos del verde: el verde es el color de la naturaleza, de la fuerza balanceada, del progreso en el cuerpo y en la mente. El verde está a favor de la armonía, poseyendo una influencia calmante sobre el sistema nervioso. De aquí el pro­fundo significado de las bellísimas palabras del salmo 23: "En lugares de delicados pastos me hará yacer... junto a aguas de reposo me pastoreará", como las que se encuentran en el planeta Tierra. La filosofía hindú asocia el verde con las aguas de la Tierra, las que hacen que se incrementen las vibraciones armónicas de nuestros pensamientos y traen la paz a nuestros sentidos. El deseo de campos verdes y árboles, después del hechizo de las piedras grises y ladrillos rojos de la ciudad, es el instintivo anhelo físico por el tónico del color de la naturaleza que calme y restaure. El verde es neutral, es el punto de apoyo del espectro solar, el punto de balance.
El verde no es cálido ni astringente, ni ácido ni alcalino. El verde perón es el resplandor de la her­mandad, la vibración de los motivos impersonales, el común denominador de toda la naturaleza.

Localidad y afinidad: El verde estimula el chakra cardiaco, o centro del corazón. Justo como el corazón de la naturaleza encuentra su estímulo en el verde, así también el corazón del sistema humano lo encuentra.

Este color afecta nuestra presión de la sangre de una manera singular: el amarillo que hay en él, fuerza el cerebro para actuar más enérgica y refres­cantemente, mientras que la mitad azul inculca mo­deración a esa presión induciéndola a una acción muy parecida a la marea; en cambio el rojo, que también incrementa la circulación sanguínea, lo hace más a menudo a través de una actividad emocional súbita, más bien que una actividad mental balanceada.

Es interesante notar que nuestros científicos y químicos producen ahora concentraciones de esta esen­cia verde de la naturaleza, conocida como clorofila, para estimular y sostener la acción del corazón. Tales tabletas son sólo ondas de luz densificadas. Como­quiera que sea, el verdilume ofrece el medio más fino para tomar esta energía solar, el cual es así el escalón más cercano a su fuente.

Cuando la primavera llega al mundo, estamos cons­cientes del cambio que viene con la llegada de los vástagos de los troncos y ramas de los árboles y de los brotes verdes del corazón de las simientes. Esta­mos acostumbrados a asociar a la primavera con nue­va energía en nuestros propios troncos, extremidades y corazones. Después que pasa el invierno con sus días descoloridos y grises, sentimos frescura y brillantez interior, más luminosos en espíritu y mejores en sa­lud. Aunque no nos demos cuenta de ello, es la ac­ción del rayo verde por renovar lo que sobre nuestros cuerpos sutiles y también sobre el material causa que tengamos esos sentimientos.

NARANJA


 


Metales que irradian naranja: selenio, hierro, cal­cio, níquel, zinc (no se recomienda para usos curati­vos), rubidio, manganeso.


Elementos químicos y gases: carbón, oxígeno (li­gero) y muchos alcalinos.
El mejor cristal para usarse en este tratamiento contiene selenio y óxidos de uranio, manganeso y plomo rojo.

Alimentos: la mayoría de las frutas y vegetales de cáscara color naranja; zanahorias, salsifís, calabazas, naranjas, chabacanos, persimonios, mangos, melones, mandarinas, duraznos.

 

Enfermedades típicas de los sujetos del rayo na­ranja: asma crónica, fiebre flemática, bronquitis, tos húmeda, gota, reumatismo crónico, inflamación de los riñones, piedras biliares, prolapso, interrupción de la menstruación, debilidad mental, epilepsia, cólera, etc.

Características: el naranja tiene una acción liberadora sobre las funciones mentales y cor­porales; remedia depresiones, combina la energía fí­sica con la sabiduría mental, induce la transmutación entre la naturaleza inferior y la superior, agota las ten­dencias morónicas ayudando a desenvolver y desarro­llar la mentalidad; es por eso que con frecuencia se le denomina "rayo de la sabiduría". Mediante su uso somos capaces de sanar el cuerpo físico y al mismo tiempo inculcar a la mente alguna compren­sión de cómo mantener el cuerpo en buen estado una vez que ha sido sanado. El naranja es tibio, alentador, ineléctrico, no astringente.

Localización y afinidad: el naranja controla el se­gundo chakra o centro esplénico (y el páncreas); asis­te a la asimilación y distribución de los procesos circulatorios. Contiene la vibración adecuada hacia la entrada del bazo. A través de sus rayos activos la esencia de todos los alimentos es asimilada, clasifi­cada y distribuida a los diversos centros creativos o departamentos del sistema humano.

El efecto del naranja sobre la mentalidad es agre­gar la asimilación de nuevas ideas, para inducir la iluminación mental con un sentimiento de libertad de las limitaciones. El exceso del naranja sobre la mente, y las emociones en algunos casos, puede in­ducir a la sobreindulgencia, así que debe usarse con imparcialidad, comprendiendo que siempre debemos prescribir color con la conciencia de nuestra singula­ridad individual; aun cuando dos personas pertenez­can al mismo tipo de rayo, no reaccionan exactamente en la misma forma. Por lo tanto los tratamientos no deben ser precisamente iguales; los factores indivi­duales del rayo del sujeto, sus colores de inspiración, actividad y reposo siempre varían la prescripción.

"Las 7 claves de la cromoterapia"
Roland Hunt

23/1/09

AZUL





Metales que irradian azul: estaño, plomo, cobalto, cobre, níquel, zinc, cadmio, manganeso, aluminio, ti­tanio.

Elementos químicos y gases: sulfato de cobre, áci­do fosfórico, cloroformo, ácido tánico, oxígeno.
El mejor vidrio para usarse en el tratamiento de enfermedades contiene óxido de cobre y sulfato de amonio.

Alimentos: La mayoría de frutas azules, ciruelas azules, arándanos, etc.


Enfermedades típicas a las que los sujetos del rayo azul están propensos: todos los problemas de la gar­ganta: laringitis, paperas, inflamación de la garganta, ronquera; dentición. También las siguientes enferme­dades pueden ser curadas con azul: fiebre, fiebre escarlatina, tifoidea, cólera, plaga bubónica, viruela, varicela, sarampión, aftas, apoplejía, histeria, epilep­sia, palpitaciones, espasmos; reumatismo agudo; y tam­bién, vómitos, disentería, diarrea, ictericia, biliosidad, cólicos; también intestinos inflamados, ojos inflama­dos, picaduras, sarna, dolor de muelas; cefalea, des­órdenes nerviosos, insomnio, menstruación dolorosa, choques, etc.

Características y efectos del azul: "El rayo azul es uno de los más grandes antisépticos en el mundo", declaró el doctor Babbitt. Su luz es tranquilizante, eléc­trica, soporífera, astringente. La luz azul transmitida a través del vidrio correcto detiene los derrames de sangre en los pulmones, disminuye las fiebres, cura las inflamaciones de garganta y hace muchas otras cosas en apariencia incomprensibles, si es propiamen­te aplicada. El rayo azul se relaciona con toda faceta de la verdad; la ciencia y la invención exponen esta in­fluencia del rayo azul. Parece tener su lado negativo, tal como emplear la búsqueda inventiva para ob­tener adelantos físicos, y con ello producir armas de guerra. También "sentir el azul" indica el recono­cimiento instintivo de esta propiedad sedativa del rayo azul. No obstante, el azul tiene su lado positivo atribuible a las cosas del espíritu: la verdad, la lealtad, la confianza, de aquí que nosotros hablemos de "azul como los cielos", "verdad azul" y "de sangre azul".
Se ha dicho que la verdad es la conquista de todo, y que es algo cruel, pero esto es más aparente que real. ¿Ha tratado usted de vivir por un día en una atmósfera de verdad perfecta? Si usted percibe la verdad exacta en todas las cosas, usted estará per­fectamente a tono con el rayo azul y su efecto cal­mante y sereno le será de gran beneficio. El azul es usado por completo únicamente en un estado de per­fección.

Localidad y afinidad del azul: el azul controla el chakra laríngeo, o centro de la garganta, a menudo definido como el centro del poder y "el más grande centro creativo en el cuerpo del hombre". Esto es así porque es su más grande centro de autoexpresión en el habla. ¡Qué bien sería que pudiéramos meditar a menudo sobre el poder creativo o destructivo del lenguaje! Los rayos azules, relajando y calmando, traerán incluso gran quietud y paz a la mente que está preocupada, excitada o en un constante estado nervioso.


"Las 7 claves de la cromoterapia"
Roland Hunt

AMARILLO

Metales que irradian amarillo: oro, bario, calcio, cromo, níquel, zinc, cobre, estroncio, cadmio, cobalto, manganeso, aluminio, titanio.

Elementos químicos y gases: carbono, sodio, fós­foro y muchos alcalinos.
El mejor cristal para usarse en tratamientos con­tiene compuestos de hierro en presencia de mangane­so, uranio u óxido de plomo rojo, y azufre.

Alimentos: Chirivías, pimientos amarillos, maíz do­rado, camote, plátano, calabaza, pinas, limones, toron­ja, melón dulce y la mayoría de las frutas y vegetales de cáscara amarilla.

Enfermedades típicas a las que los sujetos del rayo amarillo están propensos: problemas estomaca­les, indigestión, y la variedad de dolencias relacio­nadas con ellas: estreñimiento, flatulencia, problemas del hígado, diabetes, hemorroides, eczema y proble­mas de la piel, lepra, extenuación nerviosa.

Características y efectos del amarillo: estos ra­yos conducen corrientes magnéticas positivas y no astringentes, teniendo un efecto alcalino que forta­lece los nervios. Los rayos amarillos despiertan, ins­piran y principalmente estimulan una mentalidad su­perior —las facultades de la razón— sobre la cual ellos tienen un efecto muy poderoso y notable. Así, a través de su iluminación, el amarillo añade auto­control.

Localidad y afinidad: el amarillo estimula el ter­cer chakra, o plexo solar, el gran líder del siste­ma nervioso, que controla los procesos digestivos en el estómago y el cerebro. El amarillo ayuda a purificar el sistema a través de su acción eliminativa en el hígado y los intestinos; limpia los billones de po­ros del cuerpo que expelen e impelen; mejora la textu­ra de la piel, sanando cicatrices y otras manchas. El amarillo tiene además un efecto enriquecedor sobre las zonas intelectuales del cerebro. La interpretación exotérica del amarillo como miedo es groseramente incorrecta. Ciertamente el miedo que es percibido en el cerebro es a menudo sentido en el plexo solar a causa de la verdadera negación de los positivos rayos del amarillo. El color del miedo es básicamente el gris, aunque en éste algunas veces se ven tintes de mostaza.

El amarillo representa una materia a la que los humanos le han otorgado el más alto valor: el oro. Cuando deseamos apreciar el valor de una cosa, por lo general la comparamos con el oro. "Vale su peso en oro" es una frase común que demuestra el desmedi­do valor que le conferimos. Al conceder altos honores o recompensas otorgamos medallas, relojes, copas y portamonedas de oro.


La sabiduría es en mucho para la mente lo que el oro es para la materia. Justo como la utilidad del oro en el cuerpo del mundo descansa primero en la adquisición y después en la circulación (distribución), así también los rayos dorados juegan su papel más importante en el cuerpo humano en los sistemas asi­milativo y circulatorio.
Aquellos que encarnan en el rayo amarillo tienen un deseo de búsqueda de conocimiento o sabiduría. Sus problemas usualmente descansan en el amonto­namiento de más de lo que pueden digerir y poner en circulación, tanto mental como físicamente.


"Las 7 claves de la cromoterapia"
Roland Hunt

ROJO

Metales que irradian rayos rojos: hierro, rubidio, titanio, bismuto, zinc, cobre (el último irradia ade­más su color complementario, el verde).1

Elementos químicos y gases: potasio, óxido férrico, trióxido ferroso, carbonato de amonio, bromo, cal apa­gada, 2 hidrógeno y varios alcalinos.
El mejor cristal para usarse con el propósito de este tratamiento contiene algunas de las sustancias minerales mencionadas.

Alimentos: betabel, rábano, col morada, berros, es­pinacas, berenjena, la mayoría de las frutas de cáscara roja; cerezas negras, grosellas rojas, ciruela roja, etcétera.

Enfermedades típicas a las que los sujetos del rayo rojo están propensos: padecimientos de la circulación, anemia, debilidad física y laxitud, resfriados, defi­ciencias circulatorias, parálisis, etc.
Características del rojo: el rojo ha sido llamado el "Gran Energizante", el "Padre de la Vitalidad", por su inmenso efecto elemental sobre la constitu­ción física del hombre. Para animar la fuerza de la sangre son excelentes el rubigas y el purpurgas. El rojo es calorífico, calienta la sangre arterial y así in­crementa la circulación. La culminación de los rayos de calor (termales o infrarrojos) está considerable­mente más allá del rojo, según el profesor Robert Hunt. El rojo es muy rico en rayos caloríficos; es al­calino, ineléctrico, no astringente.

Localización y afinidad: el rojo controla el chakra más inferior, o centro cóccico, en la base de la es­pina (y además las extremidades inferiores), que go­bierna la vitalidad del cuerpo físico, particularmente los procesos creativos, procreativos y restauradores.

El tratamiento con rojo estimula este centro, causando que la adrenalina, almacenada en las glán­dulas cerradas bajo su control, sea descargada en la corriente sanguínea. Bajo la luz roja (rubilume) los corpúsculos de la hemoglobina se multiplican en la sangre y, con el incremento de energía liberada, la temperatura del cuerpo se eleva, la circulación se extiende y vigoriza, dispersando la laxitud y las en­fermedades productoras de moco, tales como catarros crónicos.

Por lo tanto, el rojo es útil para remover las con­diciones de adormilamiento y pereza. Expande y ac­tiva lo que ha sido contraído y retenido así por la in­fluencia de un azul frío riguroso.


El rojo es voluntarioso, afirmativo y destierra el sentido de la limitación e incapacidad para contender con las cosas. Promueve la jovialidad y la iniciativa.Espiritualmente, el rojo fortalece el poder de la voluntad y el valor para superar la cobardía y la fal­ta de una fe particular.

"Las 7 claves de la cromoterapia"
Roland Hunt

18/1/09

VERANO '09 EN LA FUNDACIÓN JUNG

El lenguaje del color en Arte Terapia

Taller vivencial coordinado por
Verónica D’Agostino
Artista Plástica y Arte Terapeuta


Temario:

- El simbolismo de los colores
- Diferencias y similitudes entre la perspectiva académica y terapéutica del color
- El color como herramienta en Arte Terapia
- Cromoterapia

Concurrir con hojas blancas y elementos para pintar a elección (lápices, acuarelas, crayones, etc.)